Espiritualidad y religión.



“La crisis de valores que vivimos, es una crisis de lenguaje”
Nuestro lenguaje es matemático, cada palabra representa una realidad, por lo tanto, si nuestras palabras se transforman o pierden su significado, nuestra realidad también, y nuestra actualidad es muestra de ello, vivimos una realidad relativa, en donde los principios se han vuelto negociables, como si fueran una moneda de cambio. Ahora los principios dependen de las personas, y no las personas de los principios. Y en nuestro caso eso es sumamente peligroso, ya que la aplicación de los doce principios que practicamoses fundamental para que podamos alcanzar la sobriedad y un grado aceptable de bienestar. Esto no depende de la persona que los practique, sino de cómo los aplique cada uno en su vida cotidiana.
Actualmente muchos de nosotros hablamos de espiritualidad sin saber lo que esto significa, nos hemos atrevido a decir cosas tan poéticas, pero tan irreales como: “La religión es para los que temen ir al infierno, la espiritualidad es para los que ya estuvimos allí”. El Paso Once nos invita avolver a la religión en la cual nos educaron nuestros padres, para practicar tu religión no necesariamente debes temer al infierno, y aunque es cierto que la practica inadecuada de los conceptos religiosos puede generar muchísimos problemas e inconvenientes, el problema no está en la religión sino en los religiosos y sus formas.
El concepto de espiritualidad se ha convertido para algunos en un refugio para gente floja, que rehúsa al compromiso y a la disciplina. Basando esta actitud en los errores de los ministros, de los pastores (olvidando “convenientemente” que también son seres humanos falibles), inventando así mi propia forma de “espiritualidad”, una forma en la que mis valores se allanan a mis defectos, a mis conveniencias, a un “no soy tan mala persona”, a una espiritualidad en la cual tomo como medida los defectos y errores de los demás para sentirme “un poquito superior a casi todos”. De esta manera mi comportamiento espiritual queda sujeto “al ejemplo” de los demás y no a mi relación con los principios y valores que me regala la comunidad a la que pertenezco.
La espiritualidad es muy difícil de definir, pero tiene signos visibles, estos signos sonlos valores, las nuevas actitudes a las que me invita la práctica de este programa, tales como: aceptación, docilidad, obediencia, esfuerzo, honestidad, disposición, humildad, orden, perdón, paciencia, agradecimiento, servicio, comprensión, congruencia, y una larga lista de etcéteras. Estos, todos, son ejercicios para el espíritu, la práctica cotidiana de estas acciones, es la que forma y fortalece la espiritualidad (esto es lo que despierta al espíritu), sin ellas, no hay más que un discurso hueco, vacío. La fe sin obras es letra muerta, luego entonces la palabra clave es: acción.
Es cierto que se puede practicar la espiritualidad sin religión, y, por el contrario, la religión sin espiritualidad es solo un conjunto de leyes, pero la espiritualidad no se puede practicar desde la soledad, es necesaria la comunidad, eso significa religión (reunión, re-ligar). Es alimentar y ayudar a los que te rodean, y permitir que ellos te alimenten y te ayuden, es servir y permitir que te sirvan (pero sin exigir que lo hagan), es dar hasta que duelay recibir con agradecimiento (que el que da no lo recuerde y el que recibe nunca lo olvide), eso para mí es religión.

Que Dios nos bendiga, un abrazo.

DICR

Comentarios

Entradas populares