La Meditación.



A medida que vamos avanzando en nuestro proceso de recuperación hay muchas cosas de las que ya podemos disfrutar, ya podemos ver que vivir sin drogas es posible, que las pequeñas cosas que antes no podíamos valorar ahora son un gran regalo y motivación para seguir adelante con nuestras vidas, el saludo de los amigos, la cama donde dormimos, las fiestas ahora las disfrutamos sin la necesidad de drogas o alcohol, que no es necesario inventar o hacer cosas para apantallar o hacernos notar, una comida por muy simple ahora la disfrutamos y damos gracias al Creador por ello, podemos incluso dar gracias por la paz mental y emocional que antes no teníamos y que ni siquiera soñamos en llegar a tener.
La sobriedad puede ser permanente si aplicamos a nuestras vidas la meditación y dicho sea de paso, la oración. Sin ello nuestras vidas estarán en constante peligro de perder lo alcanzado, así de importante es la oración y meditación.
Meditar y orar no es una práctica exclusiva para monjes, sacerdotes o religiosos, es para todos, especialmente para aquellos que quieren alcanzar un estado de total madurez, para los que solo conocimos angustia, soledad, odio, violencia y drogadicción, necesitamos un sostén más fuerte que nosotros mismos para no caer en la angustia de no saber qué hacer, para mantener en equilibrio las emociones que en un momento dado se enfermaron e hicieron de nuestra vida una miseria espiritual. ¿Cuántas veces le perdimos sentido a la vida? ¿Cuántas veces llenos de odio solo pensábamos en la venganza? ¿Cuántas veces creímos que este mundo era injusto y que entonces también deberíamos hacer lo mismo con los demás? ¿Cuántas veces tratamos de resolver nuestros problemas tan solo con el poder de la razón o la supuesta “fuerza de voluntad”? ¿Cuántas veces libramos la muerte en nuestra actividad de adicción?
La meditación es una práctica espiritual elevada, tal vez la más alta siempre y cuando se una con el ejercicio de la oración. Las dos acciones por separado dan resultados saludables para el alma, pero cuando se hacen de forma conjunta se obtienen resultados poderosos.
Meditar es una práctica tan cotidiana que no nos damos cuenta cuando lo hacemos, cuando estamos concentrados en resolver un problema, cuando nos quedamos en total escucha ante el ahijado, cuando estamos inmersos en la sala de juntas, los minutos de silencio, cuando recordamos a detalle un episodio de nuestro pasado, el doctor que esta frente al paciente operando su cuerpo está en total fijación sin ninguna interrupción en lo que hace, eso es meditación.
Si observamos bien las cosas que nos rodean podemos asegurar que casi todo es producto de la meditación, antes de que una silla fuera fabricada primero fue necesario imaginarla, diseñarla y luego fue hecha, gracias a la meditación los edificios, los coches, los vasos, las mesas, las computadoras, los árboles, las nubes, los animales hasta tú eres producto de la meditación de Dios. La meditación es un poder de creación pero que muchos no lo hacemos, las grandes decisiones son gracias a la meditación, los planes de vida, los consejos que recibes o das y hasta lo que vas a decir debería de ser devenida de la meditación.
Con la meditación se pueden crear muchas cosas pero también se pueden llegar a estados de paz muy impresionantes, cuando despertamos cada mañana, al abrir los ojos nuestra mente se proyecta hacia afuera, hacia las cosas que nos rodean, hacia los ruidos que provienen fuera de nosotros y luego entonces respondemos ante ello, nuestra mente empieza a traducir todo, llenándose de imágenes, ruidos, palabras, colores, sensaciones, olores, sabores, emociones, recuerdos, etc., y es así que nos encontramos en estado de vigilia, cuando llega la noche y nos vamos a dormir cerramos nuestros ojos y dirigimos nuestra mente ahora hacia dentro de nosotros, la mente busca descanso en el ser, en sí mismo y al despertar nos sentimos descansados, listos para el nuevo día, esa experiencia es diaria, gratificante porque la mente reposó, se calmó.
El primer objetivo de la meditación es calmar la mente, serenarla, porque la mente es el gran obstáculo para llegar a Dios, para sentirlo, para tener un contacto consciente de él. La mente no deja de hablar, de recordar, de pensar, de pedir, de desear, de procesar, de exigir, de dudar, esa es su naturaleza, dudar. Todo lo cuestiona, todo lo duda, la mente tiene miedo de todo, nunca está en paz. La mente se convierte en lo que piensa, si siempre está pensando en sexo, esa mente se llena de deseo sexual y no hay sano juicio, una mente sexualizada no piensa, no tiene criterio, no tiene voluntad por eso los grandes monopolios de la publicidad emiten sus mensajes de alto contenido sexual para que la mente de los jóvenes no piense.
Es necesario calmar la mente y detener su parloteo, eso solo se logra con el poder de la meditación. Una cosa es contemplar y otra cosa es meditar, contemplar es observar y recibir los mensajes del objeto que se está contemplando, meditar es poner toda tu fuerza, todo tu corazón, toda tu mente en un solo objetivo y ese objetivo debe ser Dios.
Meditar en Él es la mejor forma de llegar a la fuente de toda la dicha y esa fuente es el espíritu que habita en tu interior. La fuerza de la meditación es un fuego que quema los pensamientos intrusos, los deseos perversos, las preocupaciones que solo nos llenan de disturbios emocionales, me atrevo a decir que los 12 pasos estarían incompletos de espiritualidad sino propusieran la meditación, no necesita interpretación el encabezado del 11º paso: ¡Buscamos a través de la oración y la meditación  tener un contacto más consciente con Dios! Es tajante, no titubea al hacer esta afirmación porque es una afirmación. ¡Solo así!
San Francisco de Asís meditaba todas las noches usando una sencilla oración; ¡Mi Dios, mi todo! Pero también usaba esta; ¡Señor; Vacíame de mi y lléname de ti! Y así la repetía toda la noche. Hasta que se dormía y en todos los actos de su vida cotidiana la repetía en su mente, convirtiéndose así en su sostén de vida.
Con todo cariño y respeto

Moisés Dueñas

Comentarios

  1. orales muchas gracias doy moisés por a ver compartido este mensaje

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  2. Y me dijeron los D.A.
    Preocupate por las cosas de DIOS que el se ocupara de las tuyas.

    Gracias ...

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